
Supongo que era divertido proyectarnos sin epílogo
como un cuento moderno de final abierto.
Pero son cinco las muñecas rusas.
Y cinco las vocales de nuestro alfabeto.
Supongo que nos distinguía de la muerte
caminar sobre baldosas impares
o rendir culto a una brújula de agua.
Y qué hacer
Tampoco la RAE sabe definir abismo
y dice cosa inmensa, insondable e incomprensible.
qué bueno, me gusta mucho el poema, Verónica.
ResponderEliminarBesos.
Gio.