lunes, 28 de febrero de 2011



Supongo que era divertido proyectarnos sin epílogo
como un cuento moderno de final abierto.

Pero son cinco las muñecas rusas.
Y cinco las vocales de nuestro alfabeto.

Supongo que nos distinguía de la muerte
caminar sobre baldosas impares
o rendir culto a una brújula de agua.

Y qué hacer

Tampoco la RAE sabe definir abismo
y dice cosa inmensa, insondable e incomprensible.

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