miércoles, 25 de mayo de 2011


¿Puede un aire leve derribar los tabiques de mi casa?
¿Pudrir las tuberías?
¿Levantar la cal de las paredes?

Si uno pequeños puntos arbitrarios
configuro tu sombra en el gotelé.
Grande y angular
como un dragón prehistórico.

No hay aire más caliente que este aire.
No hay noche más oscura frente al mundo.
Y grito que mi casa es un pantano,
que nace musgo frío de mis dedos.

Vuela lento el reptil. Está acechando.
Sabe bien que el fuego es imposible.

Qué dirán mis geranios,
qué dirán cuando sepan
que me he mudado al agua
que soy H2O
y no los he regado lo suficiente.

Mas no hay rescate diestro ni certero.
Sólo moscas rodean la podredumbre.

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