miércoles, 29 de junio de 2011

Sara Huete

Son unos minutos antes del abandono.
Los insectos son ejemplo de este grito.
Parece que su último aleteo
resumiera una vida y la explicara.
Pasa con los libros que se acaban
o con los viejos vestidos de una madre.
En un último contacto, sea cual sea,
las bocas son peores que los ojos,
sugieren un deseo inexplicable
cuando no hay más remedio que la huida.
Entonces la invasión es a cuchillo.
Hay bocas en los cines y en las olas.
El tipo de la tele habla del tiempo
y sólo bocas predicen mi península.

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